“La educación es la solución”, oímos muchas veces… Sí, siempre que no se trate de una treta para intentar endilgar el problema a la generación siguiente. Somos animales curiosos que deberían seguir ampliando las diversas formas de su inteligencia y explorando los diferentes campos del saber a lo largo de toda su vida. Hemos sido minuciosamente maleducados y contraeducados a lo largo de casi medio siglo de hegemonía neoliberal. Al proyecto de autoconstrucción hacia lo mejor de nosotros mismos lo llamaban Ortega y Gramsci reforma intelectual y moral.