Podemos llevarnos las manos a la cabeza con la difusión de la llamada “filosofía delulu” en las llamadas “redes sociales”, como hace Carmen Domingo.[1] #DeluluIsTheSolulu: autoengañarse (delusion) es la solución, si somos capaces de reestructurar nuestras mentes hacia lo positivo para creer que es posible (y real). Bueno, podemos (como hace esta escritora) leerles la cartilla a los jóvenes de la “generación Z” que se supone andan coreando delulu is the solulu. Pero el gesto de displicencia ¿no estaría bastante equivocado? Si reflexionamos un poco ¿no resulta que es casi toda la sociedad la que se entrega a “delulu is the solulu”? ¿Qué peores autoengaños que seguir creyendo en las actuales políticas climáticas de gobiernos y empresas, en la añagaza del “desarrollo sostenible”, en la posibilidad de desacoplar crecimiento económico e impacto ambiental, en los trucos del “cero neto”, en que el capitalismo que nos hunde en el desastre va a ser capaz de salvarnos del desastre?
[1] Carmen Domingo, “Contra el pensamiento positivo”, El País, 16 de enero de 2024.
