No hay transición energética hacia la sustentabilidad, ni forma de evitar los escenarios infernales de calentamiento global, sin dejar bajo tierra la mayor parte de los combustibles fósiles aún existentes. Pero eso no entra en los planes ni de los Gobiernos ni de las empresas del sector. Una de las noticias más siniestras de estos días (oculta entre las páginas de la prensa financiera, cuando algo así hubiera debido abrir los telediarios de todo el mundo) es que la petrolera BP ha abandonado su objetivo de rebajar la extracción de petróleo y gas para 2030. El actual consejero delegado, Murray Auchincloss, “reduce la estrategia de transición energética de la empresa para recuperar la confianza de los inversores, según tres fuentes conocedoras del asunto. Cuando se presentó en 2020, la estrategia de BP era la más ambiciosa del sector, con el compromiso de reducir la producción [en rigor extracción, pero no insistiré en ello ahora] en un 40% y aumentar rápidamente las energías renovables para 2030. En febrero del año pasado, BP rebajó el objetivo a una reducción del 25%, lo que la dejaría produciendo dos millones de barriles diarios al final de la década, ya que los inversores se centraron más en los beneficios a corto plazo que en la transición energética. Según las fuentes, la empresa, que cotiza en la bolsa londinense, tiene previsto realizar nuevas inversiones en Oriente Medio y el Golfo de México para aumentar su producción de petróleo y gas…”[1]
Esto sucede al mismo tiempo que el huracán Milton se acerca a las costas de Florida, donde las autopistas de salida de Tampa, la ciudad que recibirá de lleno el golpe, colapsan tras la orden de salida dictada a más de 5’5 millones de personas.[2] Ha advertido Jane Castor, la alcaldesa de Tampa: “Puedo decir, sin dramatizar en absoluto, que si decides quedarte en una de esas zonas de evacuación [nueve condados de Florida] vas a morir”.[3]
Y sucede también al mismo tiempo que se aplaza (dicen que un año) la ley europea contra la deforestación, otra prueba más del peso creciente de la ultraderecha antiecologista en la UE y de una agenda ecológica estancada. Europa prioriza, además, la competencia industrial frente a una transición verde que ahora llama “limpia”.[4]
[1] Ron Bouso: «Exclusive: BP abandons goal to cut oil output, resets strategy”, Reuters, 7 de octubre de 2024; https://www.reuters.com/business/energy/bp-drops-oil-output-target-strategy-reset-sources-say-2024-10-07/
[2] Las autoridades han pedido a más de 5’5 millones de personas abandonar la costa oeste de Florida, en lo que sería la evacuación más grande en esta península estadounidense desde el paso de Irma, en 2017. Pero esto sucede cuando han pasado apenas dos semanas de otro huracán devastador, Helene, y todavía los escombros que dejó atrás se continúan recogiendo de las calles…
[3] Mónica Baró, “Desesperación y caos en la masiva evacuación de Tampa ante la inminente llegada de Milton”, El País, 9 de octubre de 2024; https://elpais.com/us/2024-10-09/desesperacion-y-caos-en-la-masiva-evacuacion-de-tampa-ante-la-inminente-llegada-de-milton.html
[4] María R. Sahuquillo y Silvia Ayuso, “La decisión de aplazar la ley contra la deforestación genera inquietud por el retroceso de la agenda verde en la UE. Las presiones de la extrema derecha y los populismos contra las medidas climáticas y un paisaje político más conservador ponen en dificultades la ambición ambiental”, El País, 7 de octubre de 2024; https://elpais.com/clima-y-medio-ambiente/2024-10-07/la-decision-de-aplazar-la-ley-contra-la-deforestacion-genera-inquietud-por-el-retroceso-de-la-agenda-verde-en-la-ue.html