En un suelo de prensa sobre el artista Mario Armengol (que combatió por la República en la Guerra de España, y después contra el nazismo en la Segunda Guerra Mundial), con cuyas caricaturas de Hitler se inaugura una exposición en Valencia, Ferran Bono se pregunta “cómo un iluminado repleto de odio puede conducir a pueblos enteros hacia el abismo, seduciendo a la sociedad hasta la degradación colectiva”.[1] Pero para eso no hace falta un iluminado repleto de odio (aunque, por supuesto, alguien así intensifica y acelera el proceso): basta con el funcionamiento ordinario del capitalismo en este mundo repleto de los simios averiados que somos los Homo sapiens.
[1] Ferran Bono, “La lucha de un artista español por enseñar la peor cara de Hitler”, El País, 4 de octubre de 2024.