Hace unos veinte años escribí este poema –pertenece a mi libro Muro con inscripciones– que recoge un fenómeno muy habitual : como necesitamos esperanza y nos resulta más difícil engañarnos sobre lo que conocemos bien, tendemos a idealizar lo lejano… Volví a pensar en ello estos días, a propósito de los cambios propuestos en la educación superior en Chile.
http://internacional.elpais.com/internacional/2015/12/24/america/1450984101_215877.html
https://twitter.com/MarzaAtack/status/679745384856563712
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A
desesperado de su ciudad y sus conciudadanos
se vuelve hacia B en la lejanía
–tan distante que apenas se distinguen
las cúpulas y torres más brillantes–
y le escribe: en tu lejana ciudad
verdaderamente sí que reinan la libertad y la paz,
es un modelo para todos.
B
que también desespera de su propia ciudad
y sus conciudadanos
sonríe con amargura para sus adentros
pero resiste porque sabe que en la remota
ciudad de C
es donde resplandecen verdaderamente
la libertad y la paz ejemplarmente
para todos.
A C solamente lo salva
de la desesperación irremediable y absoluta
saber de buena tinta que la distante ciudad de A
–tan lejana que apenas se vislumbran
las cúpulas y torres más brillantes–
es un ejemplo vivo de que en una ciudad al menos
reinan la paz
y la libertad
en realidad
de verdad.