Sigo dando vueltas a esa tremenda entrevista de 2012, ya mencionada en este blog hace un par de días, donde el profesor Dennis Meadows (uno de los autores del informe The Limits to Growth en 1972, y de sus sucesivas actualizaciones posteriores) desvela lo siguiente: “Hace poco el director del Banco Mundial para la industria de la aviación planetaria me explicó que el problema del peak oil [cenit o “pico” del petróleo] no se discute en su institución, sencillamente es tabú. Si a alguien se le ocurre mencionarlo, lo despiden o lo trasladan. Después de todo, el peak oil destruye la creencia en el crecimiento…”[1]
¿Se ve lo que esto significa? Si hay un acontecimiento singular que va a determinar el destino de nuestras economías y nuestras sociedades en el siglo XXI –que de hecho lo está determinando ya–, es el peak oil. Pero las instituciones encargadas de la “gobernanza” neoliberal mundial dicen: ¡prohibido analizar la realidad! ¡Mejor seguir volando a ciegas!
En una entrevista con un disidente cubano que ABC recogía en julio de 2007, este caballero indicaba: “Hay un lema en la inteligencia cubana, que siempre me ha impresionado, desde que yo lo conocí, y que yo trato de fijarme en él en estas ocasiones: a la hora de hacer un análisis no puedes tomar partido. ¿Por qué impresiona? Porque un país tan ideologizado como Cuba, a la hora de tomar decisiones, los responsables no toman partido, y eso lo vi varias veces pasar delante de mí. Por ejemplo, en Angola, usando la aviación de forma limitada. «¿Por qué?», le preguntaba a Aldana. «Pues porque los surafricanos tienen bombas atómicas y nosotros no». Lo importante no es acertar lo que ha pasado, sino la capacidad para analizarlo…”[2]
A la hora de hacer un análisis, los políticos de la jerarquizada sociedad cubana tratan de pensar fríamente y mirar de frente la realidad. A la hora de hacer un análisis, nuestros políticos –piénsese en Mariano Rajoy, en su discurso de Yuste hace un par de días, prometiendo a la sociedad española “un mañana colmado de días azules y soleados»– se tapan los ojos y dicen: ¡pasemos a otra cosa más agradable! Y prosiguen su nihilista, genocida y ecocida huida hacia delante…
[1] «Da ist nichts, was wir tun könnten» (entrevista con Dennis Meadows), Format, 3 de junio de 2012. Puede consultarse en http://www.format.at/articles/1222/525/329547/da
El original dice así: “FORMAT: Alle Welt sieht derzeit das Heil in nachhaltiger Green Tech.
Meadows: Das ist reine Fantasie. Selbst wenn wir es schaffen, die Effizienz der Energienutzung drastisch zu erhöhen, erneuerbare Energien deutlich stärker zu nutzen und unter schmerzhaften Opfern unseren Konsum einzuschränken, haben wir praktisch keine Chance, die Lebensdauer des gegenwärtigen Systems zu verlängern. Die Ölproduktion wird sich in den nächsten 20 Jahren ungefähr um die Hälfte reduzieren, selbst bei der Ausbeutung von Ölsand oder Schieferöl. Das passiert einfach zu schnell. Abgesehen davon lässt sich mit Öl ungleich mehr verdienen als mit alternativer Energie. Und mit Windrädern lassen sich keine Flugzeuge betreiben. Erst kürzlich hat der für die globale Airline-Industrie zuständige Weltbank-Direktor zu mir gemeint, das Problem von Peak-Oil wird in seiner Institution nicht diskutiert, es ist einfach tabu. Wer es trotzdem versucht, wird gefeuert oder versetzt. Denn Peak-Oil zerstört den Glauben an Wachstum. Man müsste ja alles ändern…”
[2] Enrique Serbeto (corresponsal de ABC en Bruselas): “Están haciendo el discurso como si Fidel hubiera muerto ya”, ABC, 27 de julio de 2007. Puede consultarse en http://www.abc.es/hemeroteca/historico-27-07-2007/abc/Internacional/estan-haciendo-el-discurso-como-si-fidel-hubiera-muerto-ya_164134443089.html