añoranza de nicholas georgescu-roegen

No olvidemos la dimensión ecológico-social de la crisis civilizatoria, porque está en la base de todo lo demás… Si la política y la economía, en este segundo decenio del siglo XXI, siguen ignorando la segunda ley de la termodinámica, vamos a un abismo. Ciudadanos, ciudadanas: no es hora sólo de reclamar derechos, sino también de asumir responsabilidades.