ayer abrí una cuenta en twitter… ahí me tendrán ustedes también, estimados lectores y lectoras, poniendo en común estos «disparos con parábola»

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@JorgeRiechmann

disparos con parábola

 

En Twitter desde el 11 de abril de 2015

 

 

 

«Versos aforísticos» de René Char, «pensamientos despeinados» de Stanislaw Jerzy Lec, «aerolitos» de Carlos Edmundo de Ory… ¿Gorjeos, aquí?

«Microlitos» de Paul Celan, «sentencias y dardos» de Nietzsche, «voces» de Antonio Porchia, «inscripciones» de Louis Scuténaire…

«Hojas caídas» de Vasili Rozanov, «pecios» de Rafael Sánchez Ferlosio, «polen» de Novalis… Bueno, los llamaré aquí: disparos con parábola.

La sobrecarga de información condiciona la devaluación de la palabra. ¿Sería posible emplear este medio contra sí mismo?

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Lo primero sería volver a sopesar una palabra como cuando uno contempla una concha fosilizada de hace doscientos millones de años.

Afilar y no herir.

Recoger los pedazos del yo -para construir no otro ego, sino un mosaico diferente.

 

 

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(En la prensa.) «Un partido político funciona como si fuese la mezcla de una empresa, un ejército y una Iglesia…»

Sin previo aviso, Renfe ha eliminado el último tren nocturno que circulaba en España, el Estrella Costa Brava que unía Barcelona y Madrid…[1]

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ANOSOGNOSIA (RAE): enfermedad que consiste en no tener conciencia del mal notorio que se padece.

«Esto lo cambia todo», declara animosa Naomi Klein. Esto (el calentamiento climático) debería cambiarlo todo. Pero no lo hará…

Convertirnos en padres y madres de los no nacidos.

Pedro Prieto o Antonio Turiel no ven las energías renovables tomando el relevo, ni en contracción. «Suficiencia» es la palabra clave.

Un pesimista es un optimista bien informado, se ha dicho alguna vez… Dejémoslo en: opone cierta resistencia al autoengaño.

La satisfacción perversa del “ya lo había dicho yo”… Mejor equivocarse con la generosidad de quien concede a lo nuevo la posibilidad de lo casi imposible.

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Éxtasis del mirmecólogo: gustar una gotita de excremento de cochinilla, en un rincón perdido del sotobosque de Nueva Guinea.[2]

¿Cómo convencer a Paco Puche de que Lynn Margulis y Edward O.Wilson forman buena pareja?

«Somos simios averiados», dije. «Bueno, todos los seres vivos somos organismos averiados», replicó el biólogo evolutivo José Carrión…

 



[1] El 7 de abril de 2015.

[2] Edward O. Wilson, La conquista social de la Tierra, p. 153.