barato, barato

Hoy en Buenos Aires, mañana en Los Ángeles, un par de días después en Tokio… y eso nos parece normal.

“SIN LÍMITES. Disfruta viajando por el mundo a precios increíblemente bajos”, se anuncia en el metro madrileño una conocida línea aérea desde enormes carteles, en los mismos días en que la Organización Mundial del Turismo da a conocer sus cifras de 2011: 980 millones de viajes turísticos internacionales. En 2012 se superarán los mil millones, y con ello se habrán duplicado en poco más de tres lustros.

Vuela barato, aprovechando las múltiples subvenciones y externalizando costes a tutiplén: y destruye, viajando de esa forma, los lugares y las razones por las que merece la pena viajar.