bicentenario de la muerte del ciudadano alphonse donatien françois de sade

Sade y Nietzsche son la juerga salida de madre, el wild party de la razón europea, el momento de la madrugada en que todos los excesos se desbordan. Seducen a los varones adolescentes, embriagan, intoxican: suministran el chute de transgresión que conduce por la vía rápida al dérèglement de tous les sens exaltado por Arthur Rimbaud, el más ilustre de nuestros pandilleros líricos. Ay, si estos mozos hubieran tenido una buena novia… algo de sensatez femenina que iluminase el extravío sepulcral de esa Razón con mayúsculas que, triturando cuerpos, gira en el vacío.