Tres decenios de neoliberalismo/ neoconservadurismo han producido una profunda castración política. Tanta gente que piensa que la política es una actividad lucrativa especializada, practicada por logreros profesionales que se dedican a la captura de rentas… Y ello cunde en el ambiente de intensa degradación moral que surgió de atizar el fuego del egoísmo durante esos tres decenios. “La política es para quienes viven de ella, y yo vivo de mi trabajo”, se oye en los bares. Ése es el caldo de cultivo del fascismo.
Mis maestros decían: la política es la ética de lo colectivo.