como si pudiéramos vivir en una biosfera de usar y tirar…

En la tienda del electricista, contratando una pequeña reparación. Entra un señor con mono azul de trabajo y pide bombillas incandescentes de 40 W con ciertas especificaciones. Y sentencia: “Cuatro o cinco… Cada vez se funden antes. Pero hacen bien, así trabajamos todos.”

¿Se puede sintetizar mejor la demente lógica economicista que nos destroza? Obsolescencia planificada para que la rueda del consumo tire de los engranajes de la producción, y el crecimiento de ésta pueda seguir compensando –a trancas y barrancas— los aumentos de productividad del trabajo, bajo el supuesto –insensato— de que este maltrecho planeta podrá seguir soportando el crecimiento económico… Y desde el periódico Paul Krugman reivindica a Keynes, sin peros ni matices ni correcciones, como si estuviésemos en 1937.[1]

¡Bombillas de usar y tirar… como si pudiéramos vivir en una biosfera de usar y tirar!

Por favor, si pueden, no dejen de leer Prosperidad sin crecimiento de Tim Jackson (Icaria, Barcelona 2011).

http://www.icariaeditorial.com/libros.php?id=1255

http://www.lavanguardia.com/medio-ambiente/20100328/53898089683/debemos-huir-del-viejo-consumo.html

http://www.decrecimiento.info/2011/10/prosperidad-sin-crecimiento.html


[1] Paul Krugman, “Keynes tenía razón”, El País, 3 de enero de 2012. Puede consultarse en http://www.elpais.com/articulo/economia/Keynes/tenia/razon/elpepieco/20120103elpepieco_9/Tes