Esto es el capitalismo realmente existente: por abajo se organiza la competencia…
… Por arriba se organiza la conspiración (contra el bien común y en beneficio de los intereses privados de la minoría).
Por favor, queridos amigos y amigas: ¡no se crean el cuento de la meritocracia! (No me refiero a la necesidad de estimar y reconocer los méritos, sino a la ideología meritocrática, legitimadora del capitalismo.)
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Cuatro empresas se repartieron los grandes contratos de basura
Competencia impone multas millonarias a FCC, Ferrovial, ACS y Sacyr por pactar las licitaciones de residuos y limpieza viaria del Ayuntamiento
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha constatado “múltiples contactos” entre las empresas que se disputan y gestionan los principales contratos de servicios de la capital (recogida de basuras, limpieza viaria, etcétera), y ha acreditado conductas irregulares (“contactos, acuerdos, pactos, etcétera”) para compartir “información sensible”, repartirse licitaciones públicas o influir en ellas según sus intereses empresariales.
La resolución conocida ayer afecta a la gestión de residuos industriales, la recuperación de papel y cartón y el saneamiento urbano; este último apartado comprende desde la recogida de basura hasta el reciclaje, la incineración o la obtención de biogas en el vertedero de Valdemingómez; y, además, la limpieza viaria, el cuidado de parques, etcétera.
Las principales empresas del sector son Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), Ferrovial (a través de su filial Cespa), ACS (a través de Urbaser) y Sacyr (a través de Valoriza). También se ha investigado a la firma Valdemingómez 2000 (propiedad en un 40% de Sacyr, un 40% de ACS y un 20% de Ferrovial) por sus contratos en el vertedero; y a la Asociación de Empresas de Limpieza Pública, en la que están representados los cuatro grupos.
La investigación tiene alcance nacional e implica a 39 empresas y tres asociaciones sectoriales, a las que se impone una multa conjunta de 98,2 millones de euros. En el caso de los cuatro grandes grupos, la sanción equivale al 3% de sus ventas durante el periodo investigado: 23,3 millones a ACS, 16,8 millones a FCC; 15,3 millones a Sacyr; y 13,6 millones a Ferrovial. Estas empresas han avanzado que recurrirán ante la justicia.
En lo referido a la Comunidad de Madrid, la CNMC ha acreditado prácticas de reparto de mercado en la gestión de residuos industriales entre 2010 y 2013. Participaron, entre otras FCC y ACS (a través de Sertego, una filial de Urbaser), y afectan, por ejemplo, a la explotación de la planta de residuos industriales de Valdebebas. También aparecen en el expediente las siguientes conductas:
-Papel y cartón. La CNMC acredita “contactos” entre empresas competidoras “con objeto de evitar luchas comerciales por clientes”. Señala al Grupo Saica (con sede en Zaragoza), Irmasol y Solín (ambas, con sede en Alcorcón) por sus conductas en la Comunidad en Madrid en 2012.
Además, analiza la venta de papel y cartón procedente de la recogida selectiva en la capital, que gestiona la Asociación de la Recuperación y el Reciclado de Madrid (Arema) merced a un convenio firmado con el Ayuntamiento en 2000 y renovado en 2005.
La CNMC cree que opera como un monopolio, y cuenta con documentación que afirma que el precio recibido por el Ayuntamiento “es inferior al pagado” en otros municipios del país.
-Valdemingómez. En enero de 2012, el Ayuntamiento de Madrid licitó la explotación de las plantas de biometanización del vertedero de Vademingómez. Esperaba obtener ingresos millonarios por la venta del gas metano obtenido de la basura en unas instalaciones construidas en 2009, que costaron 78,6 millones de euros y hasta entonces seguían en pruebas.
Una planta se la adjudicó FCC; otra, ACS y Sacyr; pero la instalación de tratamiento, fundamental en el proceso, quedó desierta.
Pues bien, según la CNMC, Ferrovial, ACS y Sacyr “alcanzaron un acuerdo sobre la licitación”. Entre otras cosas, pactaron exigir al Ayuntamiento unas condiciones diferentes para la planta de tratamiento. No se presentaron al concurso, que quedó desierto, de forma que la planta siguió en manos de ACS, que la había puesto en marcha, pero sin contrato.