«La exaltación de la vida en aquello que tiene y tendrá todavía y siempre de irreductible, y la negación absoluta y total de todo aquello que pretende negarla, falsificarla y oprimirla, nos dejan descansar todo lo que la pereza decida, pero nunca jamás abandonar la partida ni reconocer la derrota, mientras que no perdamos la flecha del deseo y nos siga habitando el dios negro de la poesía, el amor y la libertad.»
Salamandra 23-24 – Índice y Aviso al lector