“Si viéramos la verdad saltaríamos de una roca”, dice el novelista sueco Jonas Jonasson, que propone defendernos de esa verdad insoportable mediante el humor. (Bueno, que se nos permita también saltar desde el balcón, ¿no? Resulta algo más civilizado…)
La verdad a la que se refiere la podemos cifrar en los nombres de Leopardi, Schopenhauer o Julio Cabrera –por no hablar de Siddharta Gautama, muchos siglos antes… Se trata de la omnipresencia del sufrimiento en un mundo que no tiene más sentido que el que nosotros consigamos insuflarle.
El mundo rebosa sufrimiento; y una enorme fuente de ese sufrimiento desbordante somos los seres humanos. Así que no nos queda otra que intentar las vías de la compasión, el cuidado y la biofilia –a pesar de los pesares, más allá de la acción instrumental, contra todo cálculo y frente a la tentación de rendirse.