A los niños les contamos cuentos: si padres, madres y educadores hacen las cosas bien, se trata de enseñarles algunas verdades útiles y ayudarles a madurar.
A los adultos nos cuentan cuentos: si cadenas televisivas e internet content providers hacen bien su trabajo, se trata de desaprender algunas verdades imprescindibles e impedir por todos los medios que lleguemos a madurar.