Acaban cansando un poco los reproches de moralismo por parte de algunos amigos. “Hay que comprender lo que pasa en términos sistémicos, no morales”. No exactamente: hay desde luego que tratar de comprender la realidad en términos sistémicos (es lo que hay), pero no para quedarnos ahí… Cumple aprovechar esa comprensión para tratar de no desaprovechar la pequeña capacidad de acción que es la nuestra. Y obrar, si lo hacemos, se plantea en términos morales…
Y es que la intimación “no seas moralista” puede traducirse más o menos como: “no te olvides de que vivimos dentro de una Megamáquina”. Pero saber que uno vive dentro de una Megamáquina –dinámicas sistémicas poco controlables, o quizá esencialmente incontrolables- no elimina las cuestiones morales, sólo las complica todavía más.