Derek Thompson trata de explicar por qué los jóvenes, en Estados Unidos y en todo el mundo, están moviéndose hacia la derecha. “Durante décadas, los jóvenes votantes estadounidenses se han caracterizado por ser profundamente progresistas. En 2008, un terremoto juvenil [a youthquake] llevó a Barack Obama a la Casa Blanca. En 2016, los votantes de entre 18 y 29 años se decantaron por Hillary Clinton por 18 puntos. En 2020, votaron a Joe Biden por 24 puntos. En 2024, Donald Trump cerró la mayor parte de la brecha, perdiendo entre los votantes menores de 30 años por un margen de 51 frente a 47. En una encuesta reciente de la CBS, los estadounidenses menores de 30 años no sólo estaban divididos a partes iguales entre los partidos. Eran incluso más pro-Trump que los boomers de más de 65 años.”[1] En Alemania, Francia, Portugal, Finlandia y otros países, los votantes jóvenes parecen estar inclinando su apoyo hacia partidos de extrema derecha contrarios al establishment en una proporción superior a la de los votantes de mayor edad.
No se trataría sólo de inflación (y pérdida de nivel de vida) e inmigración. Thompson cree que el giro mundial hacia la derecha tiene mucho que ver con la pandemia de covid-19. Llama “Generación C” a los jóvenes cuya experiencia con las crisis sanitarias, políticas y económicas del COVID les provocó un fuerte cambio. “Puede que, en un principio, las pandemias no parezcan favorecer a ninguna dirección política concreta. Después de todo, en la primavera de 2020, una posible implicación de la pandemia parecía ser que uniría a la gente tras una visión de sacrificio colectivo —o, al menos, de aprecio colectivo por los profesionales de la salud, o por el efecto de las vacunas para reducir las enfermedades graves entre los adultos—. Pero la politología sugiere que las pandemias tienen más probabilidades de reducir la confianza en las autoridades científicas que de fomentarla. Un análisis internacional publicado por el Centro de Riesgo Sistémico de la London School of Economics descubrió que las personas que sufren epidemias entre los 18 y los 25 años tienen menos confianza en sus dirigentes científicos y políticos. Esta pérdida de confianza persiste durante años, incluso décadas, en parte porque la ideología política tiende a solidificarse a los 20 años.”[2]
Según Thompson, “el tiempo de la pandemia no sólo demolió la fe en las élites científicas y políticas. También aumentó considerablemente el tiempo que pasamos solos, enviando a hombres y mujeres jóvenes a espacios de redes sociales altamente sexistas, donde los hombres más jóvenes en particular parecen haberse vuelto significativamente más antifeministas y abiertos a los influencers y partidos de derecha.”[3]
[1] Derek Thompson, “How COVID pushed a generation of young people to the right. Research suggests that pandemics are more likely to reduce rather than build trust in scientific and political authorities”, The Atlantic, 18 de febrero de 2025; https://www.theatlantic.com/ideas/archive/2025/02/covid-youth-conservative-shift/681705/
[2] Thompson, “How COVID pushed a generation of young people to the right”, op. cit.
[3] https://x.com/DKThomp/status/1891847704625520881?t=RI-BVVPCOmP9vd4i0rLIDQ&s=35