(Cuánto y cuanto.) Tanto en la acción política como en la vida cotidiana, si uno se deja el ego en casa ya tiene bastante más de la mitad del trabajo hecho… Pero cuánto nos cuesta esa ascesis, cuánto y cuanto.
(Bocas babeantes.) El ego es una tenia, una sanguijuela, en el mejor de los casos un abrazo de muérdago. No des de comer a ninguna de esas bocas babeantes.
(Diagnóstico médico.) Un amigo se las arregla con el corazón al 40% –tal es la estimación de los médicos–, otro con la vista al 25%. Bueno, ¡lo importante es poder seguir adelante con una humanidad compasiva que nos funcione con algo más del 5%!