disolver al pueblo y elegir otro

Brecht ironizó, en su famoso poema escrito tras la sublevación obrera del 17 de junio de 1953 en Alemania Oriental, sobre la posibilidad de que el Gobierno disolviese al pueblo y eligiese otro. En diferentes contextos, tal es la tentación de todos los que aspiran –aspiramos— a un cambio radical: disolver al pueblo y elegir otro, demoler la cultura y edificar otra, desprendernos de la psique y construir otra. Pero, más allá del wishful thinking, no hay atajos en esto: no cambian en plazos breves ni la condición humana ni la constitución político-moral de una sociedad.