Para la terrible perspectiva de Hobbes –ese Gran Simplificador— sobre la condición humana, sólo hay relaciones de dominación (enredados en las cuales mandamos u obedecemos) o la guerra de todos contra todos en que consiste el “estado de naturaleza” (De cive, capítulo 9, parágrafo 3).
Frente a las lógicas de la dominación, las dinámicas del cuidado. Ahí nos jugamos lo humano.