“La poesía es el mundo en su mejor lugar”, dijo un gran poeta, uno de los mayores del siglo XX. Pero Time is out of joint, había sentenciado otro de los más grandes: los tiempos y los mundos que habitamos están cada vez más fuera de quicio, peligrosamente cerca de abismos que nos cuesta mirar de frente. Las ruedas dentadas han girado cada vez más deprisa mientras se iban acumulando las fracturas de la Edad Moderna. Nuestro siglo XXI suena con sones de postrimería: es el Siglo de la Gran Prueba. Ojalá que la poesía, con su remendado zurrón lleno de dádivas, con sus viáticos antagonistas del estertor, nos ayude a dar algunos pasos lejos del despeñadero –y acercarnos a aquel mejor lugar.