en estos días, votaciones a las estructuras de PODEMOS en la comunidad de madrid -y en otros lugares… (yo me presento en la lista PODEMOS GANAR MADRID, encabezada por miguel urbán)

– Resumen del acto del sábado en el Ateneo de Madrid: https://www.youtube.com/watch?v=x55QiUqKPVY

– Video tutorial sobre cómo votar https://www.youtube.com/watch?v=dD1-gkpSUN0

 

Un par de entrevistas que han salido hoy en la Marea. Para dar forma al debate que no pudo ser:

– Miguel Urbán – http://www.lamarea.com/2015/02/10/no-queremos-que-los-circulos-se-conviertan-en-clubs-de-debates-o-en-pegacarteles/

– Luis Alegre – http://www.lamarea.com/2015/02/10/el-proyecto-de-urban-tiene-cierta-vocacion-de-marginalidad/

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 [Tom Kucharz nos echa una mano]

Buenos días.

Quienes me conocen, saben que soy muy crítico e independiente de los procesos electorales, los partidos políticos y las instituciones (especialmente el Estado, que sigue ejerciendo el monopolio de la violencia).

Pero pienso que en los tiempos especiales que vivimos, con cambios muy rápidos (véase la victoria del pueblo griego contra la austeridad y la troika), de repolitización de la sociedad y una coyuntura extraordinaria, las personas que participamos en los movimientos sociales y populares también tenemos la responsabilidad de interactuar con los procesos de empoderamiento de la ciudadanía que se están impulsando desde diferentes proyectos políticos.

También he dado este paso porque después de vivir en Madrid 16 años y participar activamente en los procesos de resistencia, me he «enamorado» de esta metrópoli y comparto los deseos de echar a la Mafia. Haber compartido con las personas de «Podemos Ganar Madrid» años de acciones, charlas, asambleas, campañas, represión policial, apoyo mutuo y también soledades en los momentos más difíciles… me hace confiar en ellas.

Por supuesto, es una opinión sumamente personal y no compromete la independencia de Ecologistas en Acción frente a los partidos políticos y los procesos electorales.

Un beso y abrazos, Tom

#SíSePuede desalojar a la mafia de la Comunidad de Madrid

Tom Kucharz
Activista social, político y ecologista

Si sabemos aprovechar el momento histórico,
con mucha generosidad,
cada día iremos transformando la realidad y la política

Vivimos momentos de repolitización de la sociedad y una coyuntura extraordinaria. Y las personas que participamos en los movimientos sociales y populares también tenemos la responsabilidad de interactuar con los procesos de empoderamiento de la ciudadanía que se están impulsando desde diferentes proyectos políticos.

El 15 M fue el catalizador que repolitizó a la sociedad. Las calles, las plazas se llenaron de asambleas, debates, encuentros y protestas. Consignas como “no somos mercancías en manos de políticos y banqueros” o “no nos representan” pusieron de manifiesto el rechazo popular al capitalismo neoliberal y sus consecuencias. Y, más especialmente, la crisis de un régimen heredero del franquismo donde la “democracia” representativa ha quedado reducida a gobiernos tecnócrata-neoliberales gestionando el Estado a favor de las élites y del poder económico y financiero. Y, de eso en la Comunidad de Madrid sabemos mucho, y con nombres y apellidos: Esperanza Aguirre, Florentino Pérez, Alberto Ruiz-Gallardón, Ignacio González, etc.

Pero antes del 15M los movimientos sociales y populares no venían de “clamar en el desierto” –como se ha escuchado decir. Estaban organizados, activos y elaboraban respuestas colectivas a los recortes de libertades, las privatizaciones, la especulación, los ataques al territorio, las desigualdades y restricciones al derecho a decidir de las mujeres, la explotación laboral o las políticas racistas y antisociales. Así nacieron iniciativas como “Movimiento contra la Europa de Maastricht y la Globalización Económica”, “Rompamos el Silencio”, las luchas contra las instalaciones de centrales térmicas, el “Movimiento de Resistencia Global”, encierros contra la “Ley de Extranjería”, el “No a la Guerra”, plataformas, foros sociales, consultas populares y un largo etcétera engrosado por miles de activistas y colectivos.

El 15M y las movilizaciones masivas contra la privatización de los servicios públicos, la troika, los recortes sociales, la reforma laboral, el rescate bancario y la deuda ilegítima se han construido sobre un acumulado de luchas sociales y políticas del pasado. Por ejemplo la Plataforma de Afectados por las Hipotecas (PAH) se ha nutrido de décadas de luchas vecinales, ecologistas y del movimiento de ocupación que denunciaron la especulación urbanística, la “explosión del desorden” en las ciudades y los procesos de exclusión social.

Todo ese gran capital social de lucha e ilusión se sumó a las plazas con entusiasmo y a esa ruptura de los consensos sociales donde la PAH toma más fuerza que nunca, nacen las Mareas, los escraches, las Marchas por la Dignidad y se renuevan las movilizaciones feministas consiguiendo la dimisión de un ministro que tanto mal trajo a esta comunidad.

No se trata de “poner etiquetas”, no se trata de hacer genealogías porque todo suma, todas y todos somos importantes, es una cuestión de reconocimiento, de respeto, de saberes construidos durante años y desde abajo.

Y, allí hemos estado trabajando codo a codo con personas como Carmén San José, Miguel Urbán, Jaime Pastor, Beatriz Gimeno, Alberto San Juan, Jorge Riechmann, Luis Montes y tantas otras personas vinculadas a la propuesta “Podemos ganar Madrid”. Ellas representan los anhelos y las esperanzas de infinidad de activistas y personas anónimas de la ciudad.

Con personas como ellas hemos construido el análisis compartido de que una democratización de la sociedad y de la toma de decisiones políticas tiene que enfrentarse tanto al régimen neoliberal como las formas existentes de la representación política profesionalizada.

Me gustaría ver un poder popular ocupando las instituciones de la Comunidad de Madrid –infectadas por décadas de corrupción, malversación de dinero público y políticas anti-sociales y destructivas con el medio ambiente. Me gustaría ver algo similar a las primeras medidas que tomó el nuevo gobierno de Syriza tras la victoria –aunque no definitiva- del pueblo griego contra las políticas de austeridad.

Electricidad, agua y comida gratis para todas las familias que sufren pobreza y exclusión social. Cero desahucios y un dispositivo inmediato de vivienda en régimen de alquiler social, especialmente para jóvenes y personas mayores. Restaurar el acceso universal a la sanidad pública y abrir centros de atención primaria cerrados. Devolver sus puestos a las/os funcionarias/os despedidas/os de la Comunidad de Madrid. Una bajada sustancial de los costes de transporte público. Medidas urgentes contra la contaminación del aire que implica una reducción del transporte motorizado. Impuestos especiales para las sedes de las grandes fortunas del IBEX 35. Auditoría integral de la deuda pública con participación ciudadana. Romper los contratos firmados por la mafia porque los derechos humanos están por encima de la legalidad injusta. Revisión y reversión de la privatización de servicios públicos. Una apuesta por la reducción del consumo energético y el fomento de las energías renovables. Una política general de incentivos y penalizaciones en relación a los costes ecológicos de las distintas actividades económicas de la comunidad que incluye una revisión urgente de todos los planes urbanísticos, una moratoria de nuevas infraestructuras de transporte y una apuesta por el mundo rural vivo.

Años de acciones, charlas, asambleas, campañas, sufrir la represión policial, años de apoyo mutuo y también de soledades en los momentos más difíciles de la (des)movilización social me hacen confiar en las personas integrantes de “Podemos ganar Madrid”. Saben del peligro de una asimilación por las instituciones –al que tendrán que escapar con mucha generosidad, abriendo las puertas de los despachos y sacando la gestión de la Comunidad Autónoma a las calles y pueblos-. Tendrán que pensar en grande, no subestimar lo alienante que pueden ser las maquinarias mediáticas e institucionales, no temer la rebelión democrática y no confundir el proceso social de cambio con el éxito de “su partido” y la toma de la institución. Los procesos de transformación van mucho más allá del cambio de color de la Comunidad de Madrid.

Confío también que mantengamos vivos los postulados radical-democráticos del 15M y de tantos otros antecedentes socio-políticos, y se siga nutriendo y –al mismo tiempo- fomentando la participación real y masiva. Para que la ilusión por los cambios políticos –desde el 15M hasta la irrupción de Podemos, las iniciativas Guanyem/Ganemos, pasando por las Mareas Ciudadanas y las Marchas por la Dignidad- no se apague, es necesario seguir abriendo el espacio político a las mayorías sociales excluidas de las tomas de decisión política. Para ello hacen faltan muchos espacios y herramientas concretas de inclusión.

E independientemente de las elecciones municipales-autonómicas, seguiremos en la tarea de transformación del sistema capitalista y patriarcal, llenando las calles y plazas con esperanzas y alegría y con la gente imprescindible, convirtiendo la movilización social en poder popular.

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[y desde Valencia, un amigo]

Querid@s amig@s

Venimos de  años muy malos que nos han hecho más ciegos. El neoliberalismo es un sistema que no acepta los limites, ni los ecológicos, ni los políticos ni, por supuesto, los sociales. Su locura ha incrementado la desigualdad y la injusticia a escala global y local. Sus crisis periódicas nos están llevando al límite de la supervivencia.

Pero también venimos de la indignación frente a esta situación, de un 15 M que nos ha hecho recuperar la responsabilidad de nuestra condición ciudadana, la aspiración a una democracia real y la esperanza en nosotros mismos. En 2010 nuestra sociedad se puso en movimiento, entonces los partidos tradicionales envejecieron súbitamente. De aquel impulso nacieron nuevas formas políticas para construir futuros de igualdad y justicia  social. Podemos es una de ellas.  Un partido en movimiento con el que algunos hemos decidido movernos para intentar que el movimiento siga impulsando el partido y no acabar, una vez más, en un movimiento partido. Un movimiento hacia la democratización de la democracia, hacia un País Valenciano justo,  solidario y libre de las ataduras de la caverna de canallas que lo ha explotado en las  últimas décadas.

A principios de enero acepté incorporarme al proyecto de Podemos. A la candidatura del Consejo ciudadano autonómico de Clar que Podem /Claro que Podemos. Aunque, como Bartleby el escribiente, hubiera preferido no hacerlo, al final, como Martín Caparrós, cuando explica porque explicó su libro ‘Hambre’, supe que no podía no hacerlo.

Hoy por hoy creo que este proyecto tiene corazón, dignidad y capacidad política para contribuir a construir un mundo donde los Derechos Humanos sean la norma y no la excepción. Para contribuir, con los otros movimientos sociales, a la construcción de una sociedad  donde la ‘igual libertad para tod@s’ sea un hecho y no un sueño. Hoy os pido vuestro voto para aquell@s que podáis y lo tengáis a bien, para este viaje. Vuestro voto, en las preliminares autonómicas, para la candidatura de Clar Que Podem/Claro que Podemos en el País Valenciano

https://participa.podemos.info

 

Un abrazo

manolo rodríguez victoriano

 

Universidad de Valencia, Departamento de Sociología y Antropología Social