una entrevista con michel onfray, en chile

«Pasó que la civilización judeo-cristiana tuvo su tiempo. ¡De Jesús al día de hoy hay dos mil años! Del cristianismo como religión de Estado con Constantino a principios del siglo IV, dieciséis siglos. Nuestra civilización se agotó, dio todo lo que podía dar, como un árbol, un volcán, una vida. Lo que no es ni bueno ni malo, no hay que querer frenar este movimiento, como desean los reaccionarios o conservadores, ni precipitarlo, como quieren los nihilistas, sino mirarlo y contarlo con la placidez de un sabio oriental». Y dejar de lado la idea de retomar esa promesa. «Es demasiado tarde… Aun cuando sea necesario por razones individuales el triunfo de las Luces en nuestros tiempos de oscuridad, de todas maneras el barco se hunde. Ningún parche impedirá el naufragio. Queda pensar de pie, con una sonrisa»…