Colas frente a las oficinas del paro. Colas frente a las administraciones de lotería (¡Doña Manolita en la calle del Carmen, Madrid, 2 de noviembre de 2011, diez y media de la mañana!). Y ninguna cola frente a los locales de los embriones de organización revolucionaria disponibles. Así estamos, después de cuatro años de la crisis sistémica que comenzó en 2007.
¿Tratar de no hablar de lo que uno no sabe? ¡Enmudeceríamos! Seamos humildes: tratemos de no hablar de lo que no sabemos como si en verdad supiéramos.
Sin higiene léxica no podemos tener ni claridad de pensamiento ni decencia moral. “Los mercados” es un eufemismo: hay que hablar del capital financiero extraterritorial, que se amasa no con actividades productivas sino mera apropiación y prospera con la complicidad del poder político.