Jorge Riechmann, por la Coordinadora de Cantoblanco en Defensa de los Servicios Públicos.
Asamblea del 18 de julio de 2012.
Compañeras, compañeros,
Una política puede ser legal (en el sentido de sancionada por una mayoría parlamentaria y publicada en el BOE) y aun así ser ilegítima (si por ejemplo contradice frontalmente el programa con que fue elegida esa mayoría parlamentaria).
Pero, sobre todo, si una política entraña el asesinato económico de un país, entonces las cuestiones de legalidad y legitimidad pasan a un segundo plano: esa política es inaceptable. A primer plano pasa la autodefensa social.
Las políticas de contracción del gasto y austeridad procíclica que está poniendo en obra el gobierno del Reino de España llevan a ese asesinato: conducen a una espiral depresiva en la que los recortes de hoy ahondan la recesión económica de mañana y ésta los recortes de pasado mañana.
No sirve que el máximo responsable de esa política –la mano que empuña el cuchillo, o ese hacha con que lo retratan los caricaturistas de prensa— diga que ha perdido su libertad: dimita usted entonces, señor presidente del gobierno. No fue elegido para hacer lo que está haciendo.
Pero la responsabilidad de Mariano Rajoy es la suya, y la nuestra es otra. Estamos en un campus universitario. Y quiero trasladarle al Rector una preocupación que sé compartimos muchos integrantes de la comunidad universitaria.
Seguro que no podemos pensar que la CRUE o la CRUMA carecen de conocimientos económicos básicos. Tampoco pueden creer los rectores y rectoras de las universidades españolas que su responsabilidad se limita a la gestión interna universitaria: tiene un alcance más amplio. En la universidad se piensa, se investiga, se configura en parte el futuro de esta sociedad.
Por eso nos preguntamos: confrontados directamente –al menos desde abril, con el infausto RDL 14/2012— con esta política económica que lleva al asesinato del país, ¿por qué la CRUE no se ha plantado y ha dicho: no puede ser?
Notemos que la respuesta no puede ser simplemente: estoy obligado por la ley, dadas las consideraciones –sobre legalidad, legitimidad y autodefensa— que realicé al principio. Las responsabilidades de los tiempos extraordinarios no son las responsabilidades ordinarias.
No se trata de que el señor Rajoy, o los rectores de nuestras universidades, apliquen los recortes de la manera menos dañina posible. Si la política económica de la que forman parte esos recortes lleva al asesinato del país, hay que decir no.
Los rectores pueden señalar hacia arriba y Rajoy puede señalar hacia arriba: eso no sirve, cuando lo que está teniendo lugar es un asesinato económico. Estamos viviendo años, meses, semanas que son absolutamente excepcionales. Nos jugamos, en estos días, el futuro de esta sociedad.
Por todo ello, antes de dar paso a las intervenciones en la asamblea, quiero entregar al Rector un regalo especial: esta pegatina que nos llega de la Universidad de Sevilla.
[pegatina ANTE LOS RECORTES EN EDUCACIÓN, INSUMISIÓN]