la empatía no es difícil

La empatía no es difícil: biológicamente somos animales empáticos, a pesar de que de vez en cuando aparezcan psicópatas o autistas –y aunque el sistema de la mercancía que llamamos capitalismo estimule una cultura con rasgos autistas y psicopáticos–. El reto es amar al extraño, o si se prefiere, rebajando un poco el tono: respetar a aquellos y aquellas que no pertenecen a nuestro endogrupo. Quizá el mensaje principal de Jesús de Nazaret, en el Nuevo Testamento, quepa verlo ahí…