Las preguntas serias de verdad –con las que nos jugamos incluso la existencia de la especie, en este planeta Tierra finito contra cuyos límites biofísicos estamos arremetiendo-, las preguntas decisivas:
¿Cómo afrontamos la muerte?
¿Qué hacemos con el otro (con la otredad interna y con el otro extranjero)?
¿Cómo nos comprendemos a nosotros mismos?