¿les he recomendado lo suficiente a Harald Welzer?

“La sociedad democrática es siempre el resultado de la tensión entre seguridad y libertad. Es una cuestión de la cantidad de presión o coerción que se ejerce sobre las sociedades y cómo evoluciona el equilibrio entre seguridad y libertad. Normalmente, en caso de disyuntiva, las sociedades optan por la seguridad. Es muy probable que se digan «vale, quizá esto no es una solución democrática, quizá no es muy justa, quizá no es representativa de cómo nos vemos a nosotros mismos, pero ante la amenaza de afrontar más inseguridad, optamos por más seguridad y menos libertad».

Un ejemplo de la tensión entre libertad y seguridad se produjo a partir del 11 de septiembre de 2001, y la respuesta fue a favor de la seguridad, la national homeland en EE UU, el país con fama de ser el más libre del mundo, pero se volvió totalmente paranoico después del 11-S. La población de las ‘sociedades libres’ siempre opta por más seguridad, lo cual tiene sentido porque a la gente le asusta perder sus privilegios.

La clave es cuánta presión soportará nuestra sociedad en veinte años. Hasta ahora, vivimos en una ficción de seguridad y con la idea ilusoria de que lo que ha funcionado durante los últimos 20, 30 ó 40 años va a funcionar siempre, lo cual es erróneo y la historia lo demuestra. No tenemos experiencia sobre lo que puede pasar. Tenemos, eso sí, la experiencia histórica de hechos políticos del siglo XX, que contiene algunos de los ejemplos más atroces de la historia del mundo. Sin embargo, no se está prestando suficiente atención al análisis de los peligros futuros o el punto de inflexión de los desarrollos sociales.

Los científicos estudian el punto de inflexión de los ecosistemas, o del sistema oceánico, pero nadie presta atención al punto de inflexión del sistema social. Si hacemos un repaso histórico, el último punto de inflexión tuvo lugar hace unos veinte años, en 1989. Fue un momento importante que nadie anticipó y una verdadera hecatombe en la forma de organización política del mundo. Si un sistema puede colapsar así, ¿qué significa eso para otros sistemas? ¿Es nuestro sistema más estable solo porque dicen que lo es? Enla Historia, tenemos ejemplos como el fascismo o el comunismo que cambiaron sociedades en un lapso de tiempo increíblemente corto y con un impacto muy profundo. Por ello, creo que no tenemos ni idea de lo que puede pasar en un mundo que afronte una subida de la temperatura de tres grados o más, algo que puede ocurrir en pocas décadas.

(…) Por otro lado, continuamente escuchamos que «necesitamos crecimiento económico para luchar contra el desempleo», «necesitamos crecimiento económico para impulsar nuevas tecnologías», «necesitamos crecimiento económico para…», sin siquiera mencionar que el crecimiento económico –este modo de crecimiento económico– es precisamente la razón de los problemas que afrontamos. Se trata de un argumento que se encuentra siempre presente porque está encastrado en este tipo de economía, en este tipo de uso de los recursos y en este extraño sistema en el que vivimos. Actualmente atravesamos una fase en la que los productos ni siquiera se consumen: se compran y se tiran inmediatamente. A nivel europeo, alrededor de un tercio de los productos alimentarios se desechan, y en EE UU alcanza el 40%, de modo que todo lo que se invierte para producirlos acaba en la basura sin haberse siquiera utilizado. Paradójicamente, luego hablamos de huella ecológica y de preocupaciones ecológicas… (…) El cambio climático está ligado en gran parte a la producción, utilización y sobreexplotación de energía. Todos los problemas en relación a esta cuestión remiten a la misma causa: el tipo de sistema económico vigente, que ha logrado salir adelante por una forma particular de uso de los recursos. Existe un vínculo entre los diferentes tipos de conflicto y la desigualdad y marginación que produce ese modelo de uso de los recursos, que genera grupos de favorecidos y de desfavorecidos. Es una injusticia histórica que ha padecido la sociedad desde que se inventó el sistema y ha creado multitud de problemas. Por tanto, creo que es equivocado debatir el cambio climático como un fenómeno aislado…”

Harald Welzer entrevistado por Nuria del Viso en el Boletín ECOS 15 del CIP-Ecosocial, junio-agosto de 2011. Puede consultarse en http://www.fuhem.es//media/ecosocial/file/Boletin%20ECOS/Boletin%2015/Entrevista%20a%20Harald%20Welzer.pdf

Véase, de este psicólogo social alemán, Guerras climáticas. Por qué mataremos (y nos matarán) en el siglo XXI, Katz, Buenos Aires/ Madrid 2011.