Nos resulta más fácil imaginar el fin del mundo que el final del capitalismo, nos decía hace ya años Frederic Jameson. Actualicemos: nos resulta más fácil imaginar el fin del mundo que un planeta sin smartphones. Impresiona la intensidad del determinismo tecnológico que inoculan las llamadas NTIC (Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación) en las cabezas de la gente…