los programas de vigilancia masiva y el liberticidio en curso

“China está aumentando su capacidad de espiar a sus casi 1.400 millones de súbditos a niveles nuevos e inquietantes, proporcionando al mundo un plan de cómo cabe construir un estado totalitario digital. Las autoridades chinas están uniendo tecnologías antiguas con otras de vanguardia (escáneres telefónicos, cámaras de reconocimiento facial, bases de datos de rostros y huellas dactilares y muchas otras) para construir herramientas radicales idóneas para el control autoritario, según la policía y las bases de datos privadas examinadas por The New York Times.

Una vez combinadas y completamente operativas, estas herramientas pueden ayudar a la policía a identificar a las personas que caminan por la calle, descubrir con quién se reúnen e identificar quién pertenece y quién no pertenece al Partido Comunista. Estados Unidos y otros países utilizan algunas de las mismas técnicas para rastrear a terroristas o capos de la droga. Las ciudades chinas quieren usarlas para rastrear a todos.”[1]

El comentario de Edward Snowden resulta del todo pertinente: “En ausencia de una reforma radical, así será el mundo entero dentro de diez años. Recuerden: en los Estados Unidos tanto el Partido Republicano como el Demócrata defienden los programas de vigilancia masiva. La ‘ventaja’ de China en esto no es tecnológica, sino que no existe una fuerte oposición civil para frenar el descenso a la pesadilla”.[2]

 

 

[1] Paul Mozur y Aaron Krolik, “A surveillance net blankets China’s cities, giving police vast powers”, The New York Times, 17 de diciembre de 2019; https://www.nytimes.com/2019/12/17/technology/china-surveillance.html

[2] https://twitter.com/Snowden/status/1207738431062892546