narrar

Narramos siempre verdades parciales desde perspectivas particulares, una historia entre un millón de historias: no hay narración de la totalidad. Pero esa historia puede construir un lugar donde será potencialmente acogida cualquiera de las otras historias, o puede negar esa posibilidad para alguna de las otras historias, quizá muchas, o incluso casi todas. En estos últimos casos, la narradora o el narrador están siendo deshonestos.