Mariano José de Larra consideraba que la “ley implacable de la naturaleza” es “o devorar o ser devorados. Pueblos e individuos, víctimas o verdugos”.[1] Pero ésa es la cuestión si de humanizarnos se trata: salir de la cadena de las devoraciones y la dominación. Ni víctimas ni verdugos (Albert Camus)[2] es el lema de nuestra esperanza contrafáctica.
[1]Citado en Filosofía Hoy 50, invierno 2015-2015, p. 5.
[2]Albert Camus, Ni víctimas ni verdugos, Godot, Buenos Aires 2014.