Fórmula de ese perfecto quietismo indiferente que practican tantos de mis contemporáneos: 1. En el plano macro no intervengo, está fuera de mi alcance (y los resultados últimos de mis acciones son impredecibles, mi intervención podría resultar contraproducente). 2. En el plano micro tampoco intervengo: mis pequeños cambios individuales no tendrían ninguna repercusión significativa sobre el conjunto…