Pero, pero -todos estos eruditos, profesores, artistas, investigadores, escritores, intelectuales, científicos, expertos -¿no se dan cuenta de que ya no se trata de seguir expandiendo, desarrollando, añadiendo pisos al vasto edificio de la cultura? ¿Que no hay que seguir añadiendo retazos al extenso y sutil patchwork? ¿Que seguir haciendo eso equivale a tocar la lira mientras arde Roma? ¿Qué nuestra tarea, ahora, es más tosca e imperiosa: esencialmente, tratar de evitar la caída en la barbarie?