podemos ser otra cosa

La India, cuna de la más alta espiritualidad humana… y también ese país donde la violencia machista contra las mujeres alcanza cotas insuperables. En diciembre de 2012, los diarios narraban los disturbios acaecidos tras un episodio de salvaje violación colectiva en Nueva Delhi. Más de media docena de bestias atrapan a una joven estudiante –llamada Amanat por la prensa, aunque no es su verdadero nombre– en la parte trasera de un autobús, inmovilizan a su acompañante, la violan y torturan horriblemente a ella durante más de una hora y luego los arrojan a ambos del vehículo en marcha. La joven murió en el hospital dos semanas después.

Los ser humanos somos eso: tanto Siddharta Gautama como la jauría de violadores. Si nos dejamos ir a lo peor de nosotros mismos, estamos perdidos.