¿Por qué progresan los neonazis?
Amélie Poinssot
Miércoles 31 de octubre de 2012
[El éxito de Alba Dorada se explica a menudo por su imagen de “partido social”. El periodista Dimitris Psarras ha escrito un libro donde explica la verdadera historia del partido, cómo se ha construido esta imagen y sus falsedades.]
Una escena inédita: robustos hombres de negro con el pelo rapado se agrupan junto a unas viejas damas con la cruz ortodoxa al cuello delante de un pequeño teatro vanguardista de Atenas. Los primeros son miembros del partido neonazi Chryssi Avgui (Alba Dorada); las segundas, practicantes del Viejo Calendario, la rama integrista de la religión ortodoxa escindida en 1924. A priori, no tienen nada en común: Alba Dorada no es un partido religioso, e incluso flirteó con el satanismo en sus inicios; pero el 11 de octubre, esta masa heterogénea protestó conjuntamente contra una obra «blasfema».
Esta pieza de teatro, escrita por la americana Terrence MacNally, pone en escena a un Cristo y a unos apóstoles homosexuales y el escenógrafo es un greco-albanés. Demasiado para el cuerpo. La concentración deriva en enfrentamientos, las fuerzas del orden se muestran incapaces de asegurar la seguridad de la gente que acude a ver el espectáculo y de los actores; estallan los insultos.
«Maricones de mierda, vais a ver, ¿os dais cuenta? Venga, maricones…, gilipollas. Mírame cacho puta, a ti te va a llegar la hora. Si, sí, grábame, pero ya verás como te llega la hora (…) Putos albaneses de mierda”. Quien profería estos insultos era Ilias Panayotaros, diputado de Alba Dorada, uno de los dieciocho candidatos elegidos en las elecciones de la primavera pasada. Lanza todas estas obscenidades contra los artistas y los periodistas, que le miran atónitos.
Al día siguiente se reprodujo, poco más o menos, la misma escena. La representación teatral tuvo que ser anulada de nuevo. Y una vez suspendida, la tropa se retiró. El escenógrafo recibió amenazas de muerte en su casa.
La cultura era un ámbito en el que Alba Dorada aún no había intervenido desde que accedió al parlamento. Este verano, sus miembros estuvieron ocupados fundamentalmente en atacar a los extranjeros. En setiembre, los diputados realizaron dos razias para destruir los puestos del mercado en los que, según ellos, trabajaban inmigrantes clandestinos… En el Parlamento, donde el grupo parlamentario de Alba Dorada ya no guarda ni las formas, son interminables las injurias racistas y odiosas. El viernes, un diputado de ese grupo trató a los inmigrantes como «subhumanos que han invadido nuestra patria con todas sus miserias». Puede parecer increíble, pero a principios de mes, la parlamentaria que profería estos insultos, la esposa del dirigente del partido, fue nombrada para representar al parlamento griego en un comité contra las discriminaciones en el Parlamento europeo…
Para Yorgos Siakantaris, director científico del instituto Istame -el think tank del PASOK, partido socialista-, «hoy en día la principal característica de Alba Dorada es el odio. Esta fuerza política prospera sobre la base de la desesperación de una parte de la población predispuesta a rebelarse contra las leyes y que siente odio por el sistema político. Este partido cuenta con la ventaja de no haber formado parte del sistema político durante la época precedente.» Para este investigador, en este contexto de crisis, con medidas de austeridad sin precedentes que se suceden en Grecia desde hace tres años, con un panorama político devastado en contraste con los 35 años de estabilidad vividos tras la caída de la dictadura (1974), y ante una coalición gubernamental que continúa con las políticas de rigor, se impone el criterio de que «el que golpea tiene razón». De hecho, los métodos violentos de Alba Dorada, más que provocar rechazo, parece que consolidan su base electoral. Como si en un período de fuerte pérdida de referencias el autoritarismo fuera un elemento que genera estabilidad: tras el 7% de votos obtenidos durante las elecciones de mayo y junio, ahora mismo los institutos de prospección le otorgan entre el 10 y el 15% de intención de voto. Antes de su fulgurante aparición en la escena política griega, nunca habían pasado del 0,29% de votos.
Ahora bien, a diferencia de otras formaciones populistas de extrema derecha en Europa, el éxito de Alba Dorada no se explica sólo por su postura anti-sistema: también cuenta su imagen de partido «social», que progresa en medio del desmantelamiento de los servicios sociales y el incremento de la exclusión social (el paro alcanza a la cuarta parte de la población activa del país).
Una imagen elaborada cuidadosamente a través de iniciativas que han tenido un eco mediático relevante. El periodista Dimitris Psarras revela cómo han construido esta imagen a partir del mito de la protección que ofrecen a las personas mayores; lo haceen El libro negro de Alba dorada. Documentos sobre la historia y la actividad de este grupo nazi, publicado el 22 de octubre en Grecia y del que publicamos algunos extractos al final del artículo
Esta imagen «social», reproducida constantemente en los medios griegos (y también en algunos extranjeros) no es tal como se cuenta. Por ejemplo, la distribución de alimentos exclusivamente a los ciudadanos y ciudadanas griegas que orquestó el partido y que ha sido repetida hasta la hartura durante la campaña electoral, no tiene nada que ver con un trabajo paciente sobre el terreno. Se trataba de distribuciones esporádicas, pero los medias estaban bien prevenidos e incluso más que bien acogidos cuando acudían para dar a conocer el rol social del partido. Esta actividad sólo existió ante los focos mediáticos.
Un marco jurídico débil
Algunas de estas escenas fueron suficientes para que Alba Dorada se presentara en el conjunto del país como el partido más cercano a la gente más damnificada, aunque la mayoría de sus electores no presenciaran estos actos, ni vieran siquiera a ningún miembro del partido.
¿Dónde estaba el truco? «Hablar de Alba Dorada en una emisión garantiza la audiencia» comenta Dimitris Psarras, que deplora la falta de visión crítica de sus colegas. «Además, para determinados media griegos, la teorías extremistas de Alba Dorada no lo son tanto…», añade
Y critica el comportamiento de los media que tras las elecciones tienden a banalizar este partido. «A veces se filma a los miembros del partido como celebridades, se cuenta su vida privada, se habla de sus «bellas mujeres»… sin citar su ideología.». Dicho de otro modo, se le humaniza y normaliza. Un proceso bien conocido por los historiadores de la extrema derecha. Este verano, la cadena Star consagró una hora de emisión a la boda de Ilias Panyotaros, el parlamentario que profería las injurias a las que hacíamos referencia al inicio del artículo.
Pero más allá de este apetito mediático, Alba Dorada también saca provecho de la inercia judicial. A pesar de que las violencias xenófobas se multiplican impunemente, hasta ahora ha habido solamente una acusación contra ellas: la de un miembro del partido que, junto a otras dos personas, está acusado de haber apuñalado a un afgano en setiembre de 2011. Pero el juicio está lejos de concluir. Actualmente estamos en el séptimo aplazamiento.
Es lo que busca este partido: desafiar al Estado, imponer su orden y su propia ley, la violencia. ¿Puede haber algo más sencillo cuando las autoridades no hacen nada; cuando las fuerzas del orden toleran, e incluso simpatizan, con esta prácticas desde hace tiempo; cuándo la policía y la justicia forman parte de una función pública en la que los recortes salariales y las jubilaciones no reemplazadas constituyen la regla; cuándo nadie desmiente de forma oficial la tesis según la cual la gente inmigrante sería la responsable del paro en Grecia y del aumento de la criminalidad?
Uno de los diputados de Alba Dorada que participó en la acción contra los supuestos vendedores ilegales del mercado, Panayotis Iliopoulos, no tiene reparos en confesarlo: «No hemos hecho nada ilegal ni violento, porque son ellos los ilegales. No hace falta ser policía para reaccionar y realizar controles.»
¿Por qué Alba Dorada actúa con tanta impunidad? Tina Stacrinaki es abogada y forma parte de la Comisión Nacional de Derechos Humanos. Para ella, las autoridades han tenido tanta manga ancha durante tantos años que «ahora, en un contexto de crisis, es más difícil poner freno a la situación. Es así como Alba Dorada se ha ido insertando en la sociedad. Personalmente soy partidaria de prohibir ese partido pero, al mismo tiempo, sé que en estos momentos esto les podría favorecer porque les haría aparecer como víctimas.» En cualquier caso, la prohibición de un partido política resulta muy controvertida en Grecia, pues el país ya conoció en su historia reciente una prohibición: la del Partido Comunista, hasta 1974. Desde entonces, muchos consideran que la prohibición de un partido es contraria a los principios democráticos.
Además, el marco legal no ayuda mucho en este tema. La Ley griega es muy laxa en lo que hace referencia a la apología del nazismo, el antisemitismo y lo que se denomina odio racial. Para determinados juristas, esto forma parte de las garantías de la libertad de expresión. El año pasado, bajo la impulsión europea, el parlamento griego debía dotarse de nuevas leyes para condenar esos delitos, pero el debate no pasó de la Comisión parlamentaria. El único juicio que ha tenido lugar en Grecia a ese respecto fue el de Constantinos Plévris por su libro Toda la verdad sobre los judíos, que hacía apología de Hitler. Fue absuelto tras recurrir el juicio en 2009…
Para superar estos obstáculos sería necesario un gesto político fuerte, una condena total de las prácticas de Alba Dorada. Pero los dirigentes políticos actuales están muy lejos de hacerlo, aún cuando la semana pasada se dio un tímido paso en ese sentido: la mayoría parlamentaria votó la supresión de la inmunidad parlamentaria de un diputado de Alba Dorada que participó en la agresión a los vendedores extranjeros.
Hace una semana, la abogada Yoanna Kurtovik denunció, en un debate público sobre la amenaza nazi, que «Grecia es el único país europeo en el que existe un discurso racista por parte del Estado» y, entre otras, hizo referencia a una amplia operación represiva de la policía contra los sectores inmigrantes aprovechando el período estival del verano. Por otra parte no está claro cómo podría desarrollarse un frente común entre el gobierno y la oposición. Entretanto, Alba Dorada continúa progresando. Durante el primer semestre de la legislatura recibió 3,2 millones de euros del erario público por la representatividad obtenida en el parlamento.
Extractos del libro de Dimitris Psarras
[Con un cuadro de Francis Bacon (Crucifixión, 1965) en portada, El libro negro de Alba Dorada. Documentos sobre la historia y la actividad de un grupo nazi, del periodista Dimitris Psarras, es el primero que disecciona en Grecia los orígenes y la forma de actuar de Alba Dorada. Aunque su entrada en el Parlamento es reciente, este partido no ha salido de la nada. El autor, periodista de investigación, especializado desde hace mucho tiempo en la extrema derecha griega, investiga los fundamentos de esta organización, su base ideológica, sus vínculos con la dictadura de los coroneles, el amparo y la tolerancia de la que goza y cómo ha progresado hasta la actualidad. Mediapart]
Los orígines
Fue en diciembre de 1980 cuando apareció por primera vez la revista Alba Dorada. «La revista, recuerda Michaloliakos /1, fue resultado de la colaboración entre jóvenes que en su mayor parte venían del «Partido 4 de agosto» /2, que se había disuelto a consecuencia de conflictos internos.» Según este mismo testimonio, Alba Dorada marcó diferencias a nivel ideológico con otra revista del entorno nacionalista, El Movimiento, sin que esto conllevara hostilidades entre ellas. «La revista Alba Dorada se caracterizaba por ser una publicación nacional-socialista; esta diferencia, que no era sólo terminológica sino también de contenido, la distinguía claramente de la mayoría del entorno nacionalista de aquella época.»
La revista Alba Dorada, con una portada blanca y unas pocas páginas, cambió más tarde al rojo y negro, y no hizo ningún esfuerzo por disimular su identidad ideológica. Nikolaos Michaloliakos aparece desde el principio como el principal responsable en la misma. La cruz gamada, mezclada con otras formas y símbolos ocultos, sale en portada. Algunos números incluían el subtítulo de «Revista nacional-socialista». En la temática de la revista predominaba la figura de Hitler y la de algunos de sus eminentes colaboradores, tales como el teórico nazi Aldred Rosenberg, el jurista Roland Freisler, que organizó la nazificación de las instituciones del III Reich, Léon Degrelle, fascista belga y general de las SS, y cuadros del movimiento neonazi como Colin Jordan, etc. (…)
Además de Michaloliakos, en la revista colaboraban otras personas, (…) como Christos E. Pappas, cabeza de lista del partido en las elecciones de mayo y junio de 2012, que le han acompañado durante toda la trayectoria del partido hasta llegar al Parlamento.
En 1983, Pappas, actualmente diputado de Alba Dorada, redacto un himno en honor a Hitler con motivo del aniversario de la caída del nazismo: «El Führer del Reich alemán, ese visionario de la nueva época, y Eva Braun, se suicidaron a las 15:30 del 30 de abril de 1945. Ese mismo día, 38 años más tarde, nosotros, los griegos nacional-socialistas, estaremos en posición de firmes para saludarles con el brazo en alto y guardaremos un minuto de silencio. Nuestros corazones se inflaman con las palabras de Hitler: «las próximas generaciones me harán justicia» confiados en la Victoria total. La Victoria será nuestra. Una Victoria que marcará el nacimiento del universo nacional-socialista y la destrucción del veneno de todos los pueblos: el judaísmo internacional. 30 de abril de 1945 – 30 de abril de 1983. La lucha continúa, el futuro nos pertenece.»
La emergencia de una organización política
En 1990 tuvo lugar el primer congreso de la organización (…), en un contexto internacional favorable marcado por la súbita emergencia de ataques neonazis a lo largo de todo Europa. 1992 marcó el panorama político en Grecia. Fue el año en que, tras los acontecimientos en los Balcanes, en nuestro país explotó la ola nacionalista y xenófoba. Por otra parte, esta explosión fue precedida por el hundimiento del régimen albanés y de la afluencia masiva de inmigrantes albaneses a través de la frontera norte. Los media, y en particular la televisión privada -que apenas contaba con dos años de existencia- encontraron su nuevo tema favorito: «la criminalidad de los extranjeros». A este clima de miedo e inseguridad se añadieron los «riesgos nacionales» derivados por un problema llamado Macedonia.
El 14 de febrero de 1992, se dieron las primeras movilizaciones de masas en torno al problema macedonio en Salónica. Unas semanas más tarde, Alba Dorada organizó su segundo congreso y trató de dotarse de un carácter mas «abierto». En ese clima de fiebre nacionalista, encontró un terreno abonado para desarrollar su actividad pública. Sólo Alba Dorada y algunas pequeñas organizaciones fascistas fueron capaces de sacar provecho político de la situación.
La complicidad entre Alba Dorada y las fuerzas de policía
La «convergencia» entre la policía y Alba Dorada fue flagrante durante las elecciones de mayo y junio de 2012. Se constató que en los colegios electorales de Atenas en los que votaban los policías (en colegios electorales especiales), el resultado obtenido por este partido estuvo muy por encima de la media. En esos colegios (806-815), próximos a GADA (el cuartel de la policía), el porcentaje de Alba Dorada osciló entre el 17,2% y el 23,04 % de votos en junio. Dicho de otra forma, el resultado fue tan elevado como en las elecciones de mayo.
En los colegios electorales contiguos (804 y 805), por el contrario, donde no votaron los policías, el porcentaje obtenido por esta organización fue del 5,35% y el 6,57% respectivamente. Son muchos los que consideran que la entente armoniosa entre la policía y las organizaciones fascistas locales se basa en gran parte en el hecho de que éstas últimas siempre están dispuestas a echar una mano a las fuerzas represivas cuando estallan incidentes en el centro de Atenas. (…) Este Estado fascista en el seno del Estado es sin duda el apoyo más regular de los MAT [fuerzas antidisturbios] en el campo de batalla.
Los años 1994-1995 fueron especialmente ricos en cuanto a ejemplos de esta combativa coalición. La tarde-noche del 6 de junio de 1994 algunas decenas de anarquistas ocuparon la Escuela Politécnica de Atenas para protestar contra la primera visita de Le Pen a nuestro país. Los miembros de Alba Dorada, tan numerosos como las fuerzas del orden, les echaron una mano atacando a los anarquistas.
La leyenda urbana: el pretendido papel social de Alba Dorada
Una de las interpretación de los resultados electorales propuesta tras las elecciones de 2012 fue que Alba Dorada habría ganado la confianza de la ciudadanía implantándose en los barrios difíciles de Atenas, así como en los pueblos de las provincias, donde, expulsando a los inmigrantes y aportando su apoyo a los habitantes griegos, habrían reemplazado al aparato del Estado.
La actividad de Alba Dorada en el barrio ateniense de Aghios Panteleïmonas es considerada como el elemento clave de su transformación de un pequeño grupo marginal en una organización política de masas con un amplio eco electoral. Como veremos más adelante, esta actividad fue totalmente fabricada por los medias simpatizantes que lograron crear una verdadera leyenda urbana. (…)
Desde diversas fuentes -y no necesariamente las más favorables hacia las actividades de Alba Dorada- se observa una tendencia a atribuir su ascenso fulgurante en las elecciones al hecho de ser el único grupo política que defiende al pueblo; el único grupo que no se limita a los discursos sino que lleva a la práctica sus postulados: «limpiando» las plazas de Atenas, distribuyendo víveres a los más desamparados, proporcionando protección a personas de tercera edad y a las inválidas…
Cuando se evoca la presencia de esta organización en los barrios del centro de Atenas, la primera imagen que nos viene a la cabeza es la famosa foto de una anciana ante un cajero automático y la de un robusto protector vestido de negro detrás de ella. Todo el mundo conoce bien la actividad violenta de este partido, pero esta imagen lo borra todo. A fin de cuentas, para proteger a las ancianas del peligro de los criminales africanos y asiáticos, hay que ser bien robusto y llevar una navaja en el bolsillo.
Pero esta imagen es falsa y el reportaje periodístico que la presentó como un hecho real está totalmente trucado.
Esta historia fue publicada en Proto Thema, el diario de mayor tirada en la época. El título de la portada era «Poned a las abuelas bajo la protección de Alba Dorada para que puedan cobrar sus pensiones y disponer de su dinero». El título en páginas interiores: «Los scouts de Alba Dorada atraen a la gente a la extrema derecha». El reportaje a doble página contenía las declaraciones de los dirigentes de la organización Ilias Panayotaros, Ilas Kasidiotis (es decir, Kasidiaris) y el Jefe en persona.
El tema principal del reportaje giraba en torno a la noticia de que «grupos de jóvenes, miembros de la organización de extrema derecha, «patrullan» día y noche en los barrios de Atenas, acudiendo en socorro de quien lo demande.» Para completar el artículo, se incluía una foto de dos damas delante de un cajero automático del Banco Nacional de Grecia acompañadas de esa escolta. Según la leyenda, «actuando como verdaderos guardianes en los cajeros automáticos del centro de la ciudad, los miembros de Alba Dorada protegen sobre todo a las mujeres y a las personas mayores que, cada vez que quieren ir al banco llaman a uno de «esos muchachos» para que les acompañen.»
El reportaje recoge el testimonio de dos señoras cuya foto ocupa la portada del diario. Es evidente que son amigas. No sólo porque visten la misma camiseta negra sino, también, porque están juntas ante el cajero automático. Sus declaraciones son dramáticas: «No podemos salir de nuestras casa» dice una de ellas, la jubilada Erofili Plomaritou. «No nos sentimos protegidas por el Estado. Hace poco fui atacada dos veces. Cuando salgo a la calle no me pongo ni la cadena ni los pendientes. Sólo me pongo la sortija y, aún así, tengo miedo de que se fijen en ella. Cada vez que voy al banco, llamo a uno de esos muchachos de Alba Dorada y ellos me acompañan. Así vivimos. Nos hemos convertido en una minoría en nuestro propio país.»
Es como si estuviéramos escuchando los argumentos de un miembro de Alba Dorada. Y en realidad, es justo lo que ocurrió. La mujer que contaba esto es la madre de un dirigente local de Alba Dorada: el hijo de Erofili no es otro que Alexandros Plomaritis, candidato del partido en la circunscripción electoral del centro de Atenas. Durante las últimas elecciones, llegó en duodécima posición y no logró ser elegido, pero continúa siendo un colaborador próximo del Jefe en lo que se refiere a los problemas del centro de Atenas. También candidato con Michaloliakos en la municipales de 2010. (…)
Así pues, toda esta pretendida actividad «social» de la organización ha sido un puro montaje para llamar la atención de los medios de comunicación y del público. Pero mientras que estos servicios sociales de «seguridad» son presentados de forma individualizada, las otras prestaciones de servicios son organizadas por equipos. La distribución de alimentos y un banco de sangre «para los griegos» han dado pie a numerosos reportajes en la televisión y en los diarios. El objetivo de la organización es doble: en primer lugar, y por encima de todo, ofrecer la imagen de una organización de beneficencia y, al mismo tiempo, materializar el eslogan racista «Primero, los griegos», «los inmigrantes, después», etc.
¿Qué hace el resto de los partidos ante esta situación?
Contrariamente a lo que ocurre con organizaciones similares en la mayoría de los países europeos, Alba Dorada jamás ha sido una organización marginal, un partido paria, con el que nadie quería tener relaciones. A pesar de los débiles resultados electorales que obtenía hasta hace poco (resultados que rozaban el cero absoluto) y a pesar de los problemas judiciales de sus cuadros y de declararse nacional-socialista y de utilizar la violencia como método de acción, en Grecia jamás se ha creado un «cordón sanitario» en torno a ellos, como ocurre con ese tipo de organizaciones en el resto de Europa.
La extrema derecha tradicional jamás ha negado su colaboración con Alba Dorada. En determinadas ocasiones ésta última se ha aliado con diversos grupos y personalidades de ese entorno. Pero más allá de la extrema-derecha, la organización siempre ha tenido interacciones con sectores de la derecha tradicional. Y su éxito electoral ha abierto las puertas de par en par a miembros que hasta hace poco no eran de extrema-derecha.
25/10/2012
http://www.mediapart.fr/journal/international/231012/grece-pourquoi-les-neonazis-ont-pu-progresser
Traducción: VIENTO SUR
Notas
1/ Nikolaos Michaloliakos es el máximo dirigente del partido desde su creación.
2/ Organización fascista creada en los años 1960 por Constantinos Plévris. Su nombre se inspiró en el «Régimen del 4 de agosto» como se conocía a la dictadura de Ioannis Métaxas en los años previos a la Segunda Guerra Mundial (1936-1941).