para Antonio Crespo Massieu
No había pájaros en los campos de exterminio: allí no se oía cantar a las aves, nos dicen los relatos de los supervivientes.
No había pájaros en los monocultivos de la agricultura industrial: allí no se oía cantar a las aves, nos dicen Rachel Carson y –en su estela— el movimiento ecologista.
Tal fue la primavera sin trinos de nuestro atroz siglo XX. En el XXI ¿lograremos escapar de la trampa? ¿Será silent spring un mal recuerdo del pasado?