prismas

(Allende los negocios.) Te dicen que vivir es encontrar tu “modelo de negocio”… Pero la vida es, casi exactamente, lo que comienza más allá de los negocios.

 

(Desmercantilizar.) Mercantilizar desvitaliza. Y la vida, cuando prospera, desmercantiliza.

 

(El amor la poesía.) La poesía, reflexionaba Goethe, es un bien común de la humanidad. Se da en todas las épocas, en todos los países y regiones, potencialmente para todo el mundo. Hay que saber estar atentos.

 

(La única cosa importante en el mundo.) Un gran poeta venezolano, Gustavo Pereira –redactor del preámbulo de la Constitución bolivariana de 1999–, decía en una entrevista: “El amor –y hablo del amor pleno, no sólo del erótico— es la única cosa importante en el mundo. Todo lo demás es fuego fatuo.”

 

(El camino fuera del infierno.) Despreciando, cedemos terreno al fascismo –tanto fuera como dentro de nosotros. (El fascismo es el desprecio, nos advirtió Albert Camus.) Sólo el amor es un camino hacia fuera del infierno.

 

(Como es obvio.) No es posible salvar el mundo; por no poder, uno ni siquiera puede salvarse a sí mismo; pero es posible decir la verdad y cuidarnos los unos a los otros. (Este último programa incluye, como es obvio, la militancia política organizada que trata de evitar lo peor.)

 

(La opción básica.) Perseguir la dominación en vez de cuidarnos los unos a los otros: ésa es, a la postre, la opción humana básica. Fracasar en esa segunda vía es lo que nos ha llevado ante el abismo en el cual vamos a despeñarnos en el siglo XXI.

 

(La militancia de la alegría.) La alegría. No porque objetivamente haya ninguna razón para estar alegres –todo lo contrario–, sino como una apuesta vital. Igual que la militancia política necesitamos la militancia existencial. La militancia de la alegría.