“Nuestro presente está mutilado por una total ausencia de futuro”, decían en 2008 estudiantes rebeldes de la Universidad de La Sapienza en Roma. Pero estaban pensando en precariedad vital, destrucción de derechos laborales, degradación de los servicios públicos… A la gran mayoría de la sociedad –-también a aquellos jóvenes disconformes— se le sigue escapando el factor fundamental de la ausencia de futuro que objetivamente nos amenaza: el choque de las sociedades industriales contra los límites biofísicos del planeta. Más aún que los factores socioeconómicos, es la crisis ecológico-social la que nos está privando de futuro.