COSAS QUE REGALARÍA A CADA UNO DE LXS CRISTIANXS QUE ESTA MAÑANA TOMARON AQUÍ LA PALABRA (en el VIII Aplec Eclesial de Xarxa Cristiana)
“Haciendo Redes”:
València, local de la Comunitat Ignacio Ellacuría,
15 de febrero de 2015.
Un agujero en mi costado para el compañero de la Asociación de Víctimas del Metro del 3 de Julio;
un dedal de agua para la pareja que hoy espera un hijo y hoy milita en Podemos y también en Fiare-Valencia;
una llave abrelotodo para esta mujer del Casal de la Pau;
un cuenco de avena para la periodista de la HOAC que en Xirivella milita desde CCOO y varias agrupaciones feministas;
un hilillo muy rojo para mi amiga de la Comunitat de La Esperanza;
una madeja muy verde para mi amiga de la HOAC en Castellón que colabora en la Cimera Social;
una mesa de tabla para el sacerdote casado del Moceop;
un trocito de pana para la que coordina en Valencia la asociación Europa Laica;
restos de la lluvia de ayer para el compañero de la Asociación de Vecinos de Benicalap y del banco de alimentos de Entrevecinos;
techo de los miércoles para un jesuita obrero;
una luz con bultos para quienes reivindican la recuperación de los hospitales del Arnau y La Fe;
sangre por partir para mis amigos de Intermón-Oxfam que repiten que el agua sigue siendo vida;
un mantel de mesa para el compañero de la Comunitat de Jesús Obrero que se pasa por las asociaciones vecinales del Grao;
papel tintado para el anciano que mima las ediciones de “Atrio” y de “Iglesia Viva”;
un vasico de aguardiente para mis amigos vivos del Puerto;
una bolsa llena para la mujer que trabaja con nuestros hermanos migrantes del Camp de Morvedre;
un pozal con aire para mi hermano de la CIE que nos habló de las cuatro fronteras pronunciadas en nuestra asamblea mundial;
botas sin curtir para el trabajador manual (jubilado, cura y casado) que nos representa a todxs en las Redes Cristianas;
un temblor de mar para quien teje lazos de unión entre Xarxa Cristiana y el Fòrum de Debats de la Universitat de València;
hierba con camino para mi amiga yayoflauta;
un brocal de música para el vecino de Natzaret metido hasta las cejas en las organizaciones de base de su barrio;
un bol de madera para mi hermano de Adsis que se cruza con jóvenes y personas exreclusas;
una aguja limpia para el vecino que trabaja en los centros de formación para migrantes y para jóvenes en riesgo de exclusión social;
una sombra pequeña de escarcha para la mujer mayor de Dones Creients;
una palabra nueva para la vecina de Sant Marcelí que se pasa por los centros de consumo ecológico.
Y para los de Stop Desahucios; y los de la PAH; y los del 15-M; y los de la Mesa de Solidaridad; y los otros veinte que no hablaron.
Y además la canción de Vallejo, para la amiga que leyó a Neruda antes de la comunión en el pan.
Y además la canción de Brecht, para la amiga que recitó a Riechmann tras la comunión en el vino.
Enrique Falcón