seamos, para ir dejando de serlo

(Nota del 22 de diciembre.) El maestro Rafael Sánchez Ferlosio en el Café Comercial, no lejos de donde solía sentarse el maestro Tomás Segovia… Promesas.  Promesas de una humanidad que no traicione lo mejor de sí misma.

En el libro de Antonio Martínez Sarrión que –con fruición– estoy leyendo subrayo: «¡Qué difícil hoy, y seguramente en todos los tiempos, hallar personas que no sean –seamos– fanáticas, cobardes o egoístas!» (p. 174 de Escaramuzas). La primera persona del plural, la mirada que vuelve sobre uno mismo sin coquetería ni autoindulgencia, es la marca del sabio.