«Seguimos utilizando términos como inmigrantes, emigrantes y refugiados. Este lenguaje refleja una buena parte de lo que está sucediendo. Pero mi lectura de la actual situación me dice que estamos siendo testigos de la eclosión de un nuevo fenómeno que describe un relato mucho más complejo. Yo prefiero el término «pérdida masiva de hábitat» para describir lo que ahora ocurre.
La guerra destaca como el factor más visible, pero las apropiaciones de tierras, la desertificación o el incremento en los niveles de agua que están enterrando todo tipo de zonas habitadas están contribuyendo a impulsar a las personas en busca no tanto de una vida mejor, sino de la propia supervivencia. En Expulsiones (Katz Editores, 2015) hago una descripción detallada de las cada vez mayores masas de tierra y de agua que están prácticamente muertas y que están menguando nuestro hábitat global.
Por otro lado, el actual incremento de refugiados es un fenómeno distinto, tanto en términos de tamaño y origen. Los refugiados huyen de la guerra y de la devastación: la guerra en Siria, los conflictos en Afganistán, Somalia, Libia y otras zonas de África Oriental y del Norte, y la brutal dictadura en Eritrea. El norte de Nigeria y otras zonas de conflicto en África Occidental también están produciendo refugiados, aunque en menor escala. Así que estos nuevos flujos se diferencian de las migraciones tradicionales que aún se siguen produciendo ya que a menudo no queda nada a donde volver…»
- Entrevista completa con Saskia Sassen en http://www.huffingtonpost.es/miguel-urban/europa-se-disputa-berkoso_b_8367000.html?utm_hp_ref=spain
- Atención también a http://www.huffingtonpost.es/miguel-urban/europa-se-disputa-berkoso_b_8367000.html?utm_hp_ref=spain
- http://elpais.com/elpais/2015/10/22/planeta_futuro/1445509265_732696.HTML
«Afonso Apurinã reconoce que su pueblo lo tiene cada día “más difícil” para sobrevivir en el Amazonas. Lo mismo ocurre con las demás tribus indígenas (Fulni-ô, Potiguara, Xavante, Terena…) cercadas por explotaciones agrícolas que deforestan sus bosques, explotan sus recursos naturales y contaminan sus ríos. “A ellos solo les interesa destruir la naturaleza que nos alimenta y levantar fábricas de dinero. Y yo me pregunto: ¿En el futuro, nos vamos a alimentar de dinero?”, se cuestiona irónico…»