En la historiografía o en el debate público, no existe la objetividad (como “verdad vista desde ninguna parte”, sin punto de vista): pero sí el esfuerzo hacia la objetividad que se plasma en lucha consciente contra sesgos y prejuicios propios, a través de decisiones y de formas de hacer (buenos métodos). Se trata de intentar rememorar, discurrir y argumentar sine ira et studio. Excelente, para percatarse de muchas dimensiones de esta cuestión (tanto epistemológicas como sociopolíticas), la entrevista a Frank van Vree, director en Holanda del Instituto para los Estudios de Guerra, Holocausto y Genocidios (NIOD por sus siglas en neerlandés).[1]
[1] Sebastiaan Faber, “La historiografía objetiva no existe. Pero la objetividad puede ser un método”, ctxt, 28 de agosto de 2019; https://ctxt.es/es/20190828/Politica/27918/holanda-memoria-historica-niod-frank-van-vree-sebastiaan-faber.htm