sistemas, bifurcaciones y libertad humana

Immanuel Wallerstein:

«La ciencia de la complejidad nos enseña que en situaciones caóticas derivadas de una bifurcación el resultado es inherentemente impredecible. No sabemos, no podemos saber, cómo terminará todo esto. Lo que sí sabemos es que el sistema presente no puede sobrevivir como tal. Habrá un sistema que lo suceda, o varios. (…) En los sistemas históricos, como en todos los sistemas funcionales vigentes, incluso las grandes fluctuaciones tienen efectos relativamente menores. Eso es lo que queremos decir con sistema. Un sistema tiene mecanismos que tratan de reinstaurar el equilibrio, y han tenido cierto éxito. Por eso a largo plazo las revoluciones francesa y rusa podrían percibirse como «fracasos». Ciertamente lograron menos en cuanto a transformación social de lo que sus partidarios esperaban. Pero cuando los sistemas se alejan mucho del equilibrio, cuando se bifurcan, las pequeñas fluctuaciones pueden tener efectos serios. Ésta es una de las razones principales por las que el resultado es tan impredecible. No podemos siquiera imaginar la multitud de pequeños detalles que tendrán un impacto crucial.

Traduzco este marco conceptual al lenguaje antiguo de la filosofía griega. Opino que cuando los sistemas funcionan normalmente el determinismo estructural pesa más que el libre albedrío individual y colectivo. Pero en tiempos de crisis y transición el factor del libre albedrío se vuelve fundamental. El mundo del 2050 será lo que hagamos de él…»