sobre geoingeniería y paracaídas mágicos -análisis de samuel martín-sosa

«Frente a un clima cada día más desbocado, la geoingeniería se ofrece como un paracaídas tecnológico, para esquivar el problema del calentamiento por la vía rápida. Sin embargo hay que advertir que el paralelismo es equivocado y el planteamiento de base, erróneo. En primer lugar porque el paracaídas nunca ha sido- y nunca podrá ser, como veremos- testado. En segundo lugar porque el edificio, que es el único lugar donde podemos vivir, seguirá en llamas. Y a los que pusieron el paracaídas junto a la ventana, les interesa que siga en llamas. La geoingeniería se presenta como la única forma plausible de afrontar la ineludible y ya acuciante realidad climática sin que haya que tocar el núcleo del sistema…»