En la prensa: “El físico Stephen Hawking afirma que es lógico aceptar la existencia de vida inteligente fuera de la Tierray que los humanos deberíamos evitar el contacto con ella. (…) En una entrevista en la cadena estadounidense de televisión Discovery Channel, el científico británico se refiere a los numerosos intentos de los humanos por establecer comunicación con inteligencias extraterrestres y afirma: ‘Si nos visitaran, los resultados serían como cuando Colón llegó a América, algo que no salió bien para los amerindios. (…) Sólo tenemos que mirarnos a nosotros mismos para ver cómo la vida inteligente (fuera de nuestro planeta) podría desarrollarse hacia algo que no querríamos ver’, recuerda Hawking, de 67 años, profesor dela Universidad de Cambridge ya jubilado”. Tiene toda la razón don Stephen. Si queremos saber cómo se relacionarían con nosotros extraterrestres tecnológicamente avanzados, basta con recordar lo que hicieron los colonos australianos con los aborígenes, o los boers con la población negra en el sur de África, o los españoles con los indios de América, o una misión cualquiera del Banco Mundial y/o el Fondo Monetario Internacional con un país cualquiera del Sur que atravesara dificultades económicas en los años de auge del neoliberalismo.
Ah, todo esto nos toca tan de cerca… Oímos hablar de la quema de libros, y pensamos en las hogueras nazis en Berlín. Pero fue nuestro Cardenal Cisneros quien ordenó quemar la biblioteca real nazarí en la plaza de Bib-Rambla (que fue antes al-Musara), en la ciudad de Granada.
Y cuando oímos hablar de campos de concentración, pensamos en espantosos lugares en llanuras de Alemania, Polonia o la antigua Unión Soviética… Pero –aunque pueden encontrarse algunos antecedentes en la Rusa zarista a partir del siglo XVIII—el origen moderno del término procede de los “campos de reconcentración” que construyeron los militares españoles en la isla de Cuba durante la Guerra de los Diez Años (de1868 a1878), y luego contra el levantamiento independentisra de 1895. Todo esto nos toca tan de cerca…