“Intentar la aventura de salir de este tiempo de desolación”… Pero, maestro Diego Jesús Jiménez, ¿y si el movimiento que deberíamos intentar no fuese salir, sino adentrarnos en este tiempo de desolación? ¿Hundirnos en tal estación de ignominia, tragar esa albóndiga de angustia, asumir el contenido inaceptable de semejante maleta helada? ¿No deberíamos buscar traducirnos al balbuceo de nuestra vergüenza, tratar de aplicar un desfibrilador rojo a tantos ventrículos muertos de nuestra realidad extenuada? Ay, no creáis que bajo tales preguntas esté intentando deslizar, de alguna forma, revenidas verrugas de certidumbre… Es de noche, espesamente de noche, una noche sin verdes o amarillos, y no sé adónde dirigirme.