Leemos en un artículo de prensa que en EEUU el problema del sueño se ha “agravado en los últimos años por la presión laboral; el estrés propio de la vida diaria; el uso de las redes sociales; las preocupaciones económicas, y las cargas familiares (…). De 50 a70 millones de personas duermen de forma irregular o tienen algún trastorno relacionado con el sueño en EE UU, según el Instituto Nacional de Medicina.”[1] Desde luego, en esa clase de artículos descriptivos no encontraremos nada que ahonde en el vínculo entre el hambre de plustrabajo del Capital y los trastornos de sueño, o más en general entre el capitalismo y los trastornos sociales a la hora de satisfacer necesidades esenciales humanas (como por ejemplo el sueño). En ese punto hay que ir a otra clase de literatura: por ejemplo el capítulo 4 (“¿Qué necesitamos realmente?”) del excelente libro de Michel Husson El capitalismo en 10 lecciones. Breve curso ilustrado de economía heterodoxa (La Oveja Roja/ Viento Sur, Madrid 2013).
De todas formas, mucho más impresionante –y altamente simbólica del momento histórico que estamos viviendo– resultaba otra noticia de prensa que quizá pasó un poco desapercibida en el sosiego de agosto. Un becario en la City de Londres (Moritz Erhardt, de nacionalidad alemana y 21 años de edad) murió después de haber estado trabajando durante 72 horas seguidas en condiciones altamente estresantes (las de la muy competitiva banca de inversión: el cierre de los mercados asiáticos coincide con la apertura de los europeos…)[2]. “En un aparente intento de conseguir la aprobación de sus jefes, Erhardt trabajó durante toda la noche ocho veces en dos semanas, según dicen sus amigos y colegas; y en las noches previas a su muerte, trabajó hasta las seis de la mañana durante tres noches seguidas”[3]. Algún titular en Gran Bretaña hablaba de “esclavitud en la City”[4]. Si ése es el destino que el Capital reserva a sus trabajadores privilegiados (ese joven becario, provisionalmente, estaba ganando el equivalente a45.000 libras brutas al año en Bank of America Merrill Lynch), podemos hacernos una idea de lo que aguarda al resto…
[1] Carolina García, “Cerca de nueve millones de personas en EEUU se medican para dormir”, El País versión digital, 29 de agosto de 2013; puede consultarse en http://elpais.com/m/sociedad/2013/08/29/actualidad/1377793326_432156.html
[2] Daniel Postico, “La muerte de un becario agita la City”, El Mundo, 21 de agosto de 2013.
[3] Ruth Margalit, “The death of Moritz Erhardt, and Keynes’s mistake”, en la web de The New Yorker, 22 de agosto de 2013; puede consultarse en http://www.newyorker.com/online/blogs/currency/2013/08/the-death-of-moritz-erhardt-and-keyness-mistake.html
[4] Paul Gallagher: “Slavery in the City: Death of 21-year-old intern Moritz Erhardt at Merrill Lynch sparks furore over long hours and macho culture at banks”, The Independent, 20 de agosto de 2013; puede consultarse en http://www.independent.co.uk/news/uk/home-news/slavery-in-the-city-death-of-21yearold-intern-moritz-erhardt-at-merrill-lynch-sparks-furore-over-long-hours-and-macho-culture-at-banks-8775917.html