Nos cuesta hacernos cargo del pesado fardo que supone ser humano, y nos tienta el ilusorio deseo de deshacernos de ese fardo por la vía de un “retorno a los orígenes” prehumanos. Pero deberíamos más bien perseverar en nuestra tarea sisífica, y no tirar el niño por el desagüe al vaciar el agua sucia de la bañera civilizatoria: por eso en este ensayo se explora la polisemia del concepto “civilización”, y se propone una noción deflacionaria de progreso y una idea modesta de civilización.
Publicado en Bajo Palabra 15 (monográfico sobre La violencia y sus formas), p. 165-181. Madrid 2017, https://revistas.uam.es/bajopalabra/article/view/9001
EL PRIMATE QUE PUEDE DEJAR DE MATAR J. Riechmann para BAJO PALABRA